Ya veneran a Juan Pablo II
Sus vestimentas y sangre son objeto de culto en Polonia
El papa Juan Pablo II no es santo todavía, pero los objetos donados por su ex secretario, monseñor Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia, de antemano son venerados como reliquias en su tierra natal.
Robert Kubica, piloto polaco de Fórmula 1, tiene un medallón con un fragmento de una vestidura del Pontífice y una gota de la sangre de Juan Pablo que le fue entregado por monseñor Dziwisz después de sufrir un accidente en una carrera en Italia.
En la iglesia del Divino Socorro, en Cracovia, un nuevo altar incluirá un frasco con la sangre del pontífice polaco, donado por su secretario y amigo.
Las reliquias son tan sólo una muestra de la devoción de los polacos por su compatriota, quien fue Vicario de Cristo durante 27 años y ha sido llevado por la vía rápida a los altares luego de que gritos de "Santo súbito" surgieran durante la misa de su funeral en la Plaza de San Pedro en Roma.
Héroe nacional
Si bien la beatificación, el último paso importante antes de una posible santidad, está a seis semanas de distancia, el 1 de mayo, muchos polacos católicos de antemano lo veneran por la devoción religiosa que lo caracterizó y como héroe nacional que ayudó a derribar el comunismo.
Pero algunos críticos rechazan la veneración de reliquias al considerar que guarda algo de prácticas medievales o paganas. Otros dicen que al incluir en el culto público las reliquias de Juan Pablo II el arzobispo Dziwisz reduce la memoria de una figura compleja y multidimensional a recuerdos simplistas.
19.03.2011
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