Tradición polaca: el aceite de colza
El aceite de colza se suele denominar “el aceite del Norte”. Es una fuente rica de vitaminas, tiene valores de sabor excelentes y como producto tradicional y local se complementa perfectamente con otras especialidades de Polonia.

El aceite de colza se puede extraer de dos maneras: en frío y en caliente. Como la producción en caliente tiene un mayor rendimiento porcentual, se la utiliza a escala industrial. No obstante, este aceite se extrae con el uso de medios químicos, deshidratado y desprovisto de sustancias orgánicas. El producto final es neutro: transparente, sin sabor ni vitaminas.
En frío, el aceite se extrae mecánicamente, mediante una máquina que recuerda a una picadora de carne con un tornillo sinfin que tritura las semillas. El aceite gotea por las perforaciones en su construcción y se somete a la autofiltración cuando sus partes fijas caen hacia el fondo, llegando el momento de su vertido. Tiene sabor, olor, color dorado, es espeso y contiene todos los valores alimenticios. No hay que guardarlo en el frigorífico, basta un lugar oscuro a temperatura ambiente.
El aceite extraído en frío se puede utilizar tanto para freír como en su forma natural. En la sartén se quema a temperatura de 169,5 grados, la cual es parecida a los 180º C, ideales para freír. Servido frío debería tratarse como condimento, porque cambia el sabor de los platos. Se compone perfectamente con tostadas y especias sencillas: albahaca, sal o pimienta. Un plato clásico y sencillo son las patatas al vapor con aceite de colza, manteca con cebolla, un poco de ajo y sal.
Desde hace cuatro años Lech y Żaneta Rutkowscy producen el Aceite de Colza de la Montaña San Lorenzo (Góra Św. Wawrzyńca). La tradición de extraer el aceite fue transmitida de padres a hijos y en el cercano Chełmno anteriormente funcionaban trujales. El mismo proceso de producir el aceite hasta hoy prácticamente no ha cambiado, solo en vez de caballos se utiliza un motor eléctrico. – El efecto es igual – dicen.
Los Rutkowscy emplean solamente colza nacional, en la mayoría proveniente de sus propios cultivos. El resto se compra de proveedores locales que utilizan abonos exclusivamente naturales. El control de calidad se extiende prácticamente desde el campo hasta la mesa. – Conocemos la semilla desde el principio. Estamos en proceso de certificación como producto regional – subrayan los Rutkowscy. Anualmente, llegan al mercado entre 30 y 50 mil botellas de medio litro con su aceite.
Fuente: Portal oficial de la República de Polonia
06.02.2013
|