El polaco Wisniewski sitúa su "Fausto" entre
la muerte y resurrección de Cristo
Madrid- El Festival de Otoño requiere de ciertos sacrificios para no perderse el trabajo de los grandes de la escena. Los maestros del Este vienen fustigando al patio de butacas con montajes que obligan a permanecer sentados más allá de las tres horas. No es el caso del polaco Janusz Wisniewski, que ha reducido a hora y media el "Fausto", de Goethe, para el que otros necesitaron 22 horas, pero a cambio obliga al respetable a hacer el esfuerzo de seguir el texto en polaco sin subtítulos: "La palabra es tan importante como lo plástico, porque lo plástico es también un vehículo que puede mover los sentidos", sostiene seguro de que el componente visual de su montaje salvará la barrera idiomática. El montaje viene avalado por el Premio Herald Angels del prestigioso Fringe de Edimburgo de 2005 y por una compañía el Teatro Nowy que se fundó en 1923.
El director, cuya propuesta ha dejado al teatro Español en los próximos cuatro días con 180 butacas, sitúa a la criatura más célebre de Goethe en un mundo sin Dios, es decir, entre la crucifixión y la resurrección de Jesucristo: "Se alude al Evangelio de San Lucas, cuando se cuenta que Cristo hizo salir los demonios de un hombre que se lo pidió y los traspasó a unos cerdos que luego se ahogaron en un lago.
Pues bien, mi espectáculo muestra cómo esos cerdos van corriendo y la hora y veinte es lo que tardan en esa carrera", aclaró el director que ya recibió en 1999 en Düsseldorf el encargo de montar este monumento de la literatura alemana por su fama de gran creador de imágenes, ya que Wisniewski es también pintor. Será la segunda ocasión en que pueda verse un montaje suyo en España, tras "The End of Europe".
La Razón , Madrid
19.10.2006
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