“Los brigadistas fueron soldados de Stalin,
dice un historiador
Los brigadistas internacionales polacos que combatieron durante la guerra civil española al lado de la República , “fueron soldados de Stalin”, afirmó el historiador Pawel Machcewicz, en una entrevista publicada hoy por el diario “Rzeczpospolita”.
“La lucha de los republicanos se convirtió en una lucha de toda la izquierda europea, porque en Occidente se produjo una gran movilización a su favor, pero las Brigadas Internacionales, desde su nacimiento, fueron un engendro del Comintern, es decir, de Stalin”, afirma Machcewicz, autor del libro “La historia de España”.
Para el historiador polaco todos sus compatriotas que integraron las Brigadas eran militantes o, por lo menos, simpatizantes del Partido Comunista.
“Parte de ellos llegaron a España desde Polonia, pero la mayoría provenía de la emigración económica polaca en Francia y, aunque muchos no eran conscientes de ello, defendían con su lucha los intereses de Stalin, del Comintern y de la policía secreta soviética”, añade el historiador.
Según Machcewicz, los brigadistas no solamente combatieron en los frentes españoles, sino que también fueron utilizados en las luchas internas que había en el bando republicano, por ejemplo, contra los anarquistas.
“Se trataba de que Stalin pudiese conseguir el control total sobre la izquierda española y de ahí que en las Brigadas imperasen los símbolos soviéticos y que como jefes actuasen oficiales soviético, por ejemplo, Karol Swierczewski (“Walter”)”.
Machcewicz afirma que aquellos brigadistas que manifestaban ideas distintas o no se subordinaban eran tratados de la misma manera que los opositores en la Unión Soviética , es decir, terminaban como víctimas.
El historiador señala que, tras la guerra civil española muchos “dombrosiacos” (nombre que se daba a los polacos de las Brigadas Internacionales) fueron internados en Francia y, tras estallar la Segunda Guerra Mundial, consiguieron llegar hasta la Polonia ocupada y engrosar las filas de las organizaciones de resistencia supeditadas a Moscú.
“Los “dombrosiacos” eran, junto a los paracaidistas soviéticos, los únicos comunistas que había en Polonia con alguna experiencia militar”, afirma.
Tras la Segunda Guerra los “dombrosiacos” se incorporaron a la construcción del nuevo régimen, tanto al servicio de seguridad como al ejército y, gracias a sus conocimientos de Europa y las lenguas extranjeras que dominaban, se convirtieron en funcionarios valiosos.
“Eran muy útiles en la labor de espionaje y fueron los veteranos de la guerra de España los que montaron en Europa las primeras redes del espionaje polaco, cuya misión era, ante todo, infiltrar y destruir los círculos de la emigración polaca”.
Machcewicz añade que parte de los “dombrosiacos” se convirtieron en víctimas de las persecuciones del régimen, “cosa típica en los estados del modelo soviético, porque como personas que habían tenido contacto con el mundo libre, despertaban mucha desconfianza en los gobernantes comunistas”.
Machcewicz señala que a mediados de la década de los 50 los “dombrosiacos” que estaban en la cárcel fueron puestos en libertad y volvieron a trepar por los peldaños del poder comunista, tanto dentro del partido como del servicio de seguridad.
EFE
24.03.2007
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