Krzysztof Penderecki dirigió un concierto memorable

Krzysztof PendereckiKrzysztof Penderecki parece un oficiante moviéndose sobre un escenario sacro; en la Sala Nezahualcóyotl , un recinto universitario, el silencio y la veneración son religiosas: hasta los músicos del ensamble Sinfonía Varsovia lo miran con cariño y admiración, puestos de pie se unen a la gran ovación que provoca este músico. Hacia el final del concierto que ofreció el viernes 21 octubre por la noche ante un público compuesto en su mayoría por músicos, estudiantes de esta materia y muchos polacos, Penderecki estaba impresionado por la respuesta del público mexicano, lo mostraba su rostro, pese a que trataba de mantener distancia y controlar sus emociones.

El programa, junto con los ancores, describió un arco estilístico e interpretativo que abarcó distintas épocas de la música: fue desde Bach hasta Antonin Dvorak, pasando por Shostakovich y, claro, por creaciones del mismo compositor polaco que ahora dirigía desde el podium con un señorío y don de gentes, imponentes.
Estaban por ahí, entre el público, Enrique Bátiz, Carlos Spierer, Sergio Vela, por mencionar a algunos.
Penderecki abrió el programa con una pieza de su autoría, la Sinfonietta para arcos, pieza que es una versión orquestal de Trío de cuerdas. Obra que estrenara en febrero de 1992 en la sala de conciertos de Radio Polaca.
Siguió luego con Shostakovich. Del compositor ruso interpretó la Sinfonía de cámara en do menor, Op. 110ª. Como en el caso anterior, se trata de la transcripción del Cuarteto núm. 8 –una de las piezas más famosas de este músico—para cuarteto de cuerdas. Lógicamente, le cambió de nombre.
En la segunda parte del programa, el gran músico polaco y la Sinfonía Varsovia arribaron al plato fuerte: la Serenata para cuerdas en mi mayor, Op. 22,del compositor checo Antonin Dvorak.

El público y entre ellos los músicos profesionales seguían cada uno de los compases, el tempo, la pasión puesta en acto, como en una clase magistral.
Al final, en correcto español, Penderecki anunció: “vamos a interpretar una chacona en honor de Juan…” y se detuvo porque se le olvidó el nombre en español. Luego de unos segundos aclaró que se trataba del “Papa polaco”.

México, 23.10.2005


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