El Klezmer, la música tradicional judía
El conjunto polaco Kroke es uno de los principales representantes de la música Klezmer actual. Aunque Kroke se inspira en la música klezmer tradicional como base de sus propios arreglos e improvisaciones, también integra influencias contemporáneas. Haciendo uso de su profundo conocimiento de la música clásica, el jazz, new age y la música gitana, crean un sonido inusual, único y maravillosamente exótico.
Kroke es la palabra yiddish con que se conoce a la ciudad polaca de Cracovia. De ahí procede este grupo creado en 1992 por tres amigos, graduados de la Academia de Música de Cracovia. En poco tiempo han ido alcanzando una gran popularidad gracias a sus actuaciones en los más importantes festivales de Europa, entre los que destacan los Womad de Las Palmas y Reading, y en numerosos encuentros de música judía. En ellos han compartido escenario con artistas de la talla de Van Morrison, Ravi Shankar, Klezmatics o Natacha Atlas. Y entre sus admiradores se cuentan actores como Ben Kingsley o Kate Capshaw, y directores de cine como Steven Spielberg.
Tomando el repertorio de música tradicional como base, Kroke construye arreglos originales y lleva a cabo improvisaciones, gracias a su experiencia y a su formación en los campos de la música clásica y el jazz. Con todo ello, crea composiciones nuevas y únicas, logrando un sonido totalmente desconocido en el universo de la música judía. Cada uno de los tres componentes del grupo es un auténtico virtuoso de su instrumento: Tomasz Kukurba usa todo el espectro posible de la viola y el violín, Jerzy Bawol pasa con su acordeón de la meditación introspectiva a los más festivos fuegos artificiales, y Tomasz Lato consigue crear las más sutiles tonalidades con su contrabajo.
La música que interpreta Kroke parte, sobre todo, del sonido klezmer, vocablo que se compone de dos palabras hebreas: kley (instrumento) y zemer (cantar, interpretar música). Pero, sobre todo, es la música tradicional instrumental que interpretan los judíos de los países del Este que utilizan como lengua el yiddish. Ninguna boda o celebración puede entenderse sin la música klezmer, que atravesó los patios de los pueblos, las casas del campo y los palacios de los nobles judíos, para interpretarse en cualquier lugar. Durante mucho tiempo, la música klezmer se ha ido enriqueciendo con otros sonidos y ritmos hasta convertirse en un legado sonoro de una gran riqueza. El klezmer describe las alegrías y las tristezas de la vida judía, algo que también hace el grupo Kroke, respetando la tradición y llevándola siempre un paso más allá.
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