La eterna Cracovia

Fue la capital de Polonia y es ahora Patrimonio de la Humanidad. En el medioevo estuvo amurallada y ahora muchos jardines rodean la ciudad.

Plaza del MercadoCracovia.- Visitar esta ciudad es una buena experiencia, es muy interesante conocer sus joyas históricas y su transcurrir en el tiempo. Orgullosamente llevan el sobrenombre de capital cultural de Polonia ya que está rodeada de palacios, museos, galerías y teatros. La leyenda cuenta que el nombre de la ciudad viene del rey Krak quien derrotó al dragón que habitaba la cueva de la colina Wawel y donde fundaron la catedral (de estilo gótico), el castillo (renacentista con elementos barrocos) y las tumbas de los reyes. Esta colina se encuentra al lado del río Vístula y es un símbolo de identidad nacional. Cracovia fue la antigua capital de Polonia hacia el siglo XVII y actualmente es Patrimonio de la Humanidad nombrada por la UNESCO. En la época medieval estuvo completamente amurallada, ahora en vez de grandes bloques de piedras, hay jardines que rodean la ciudad antigua. Para sentirse completamente como en otra época, se puede hacer un recorrido en carreta jalada por dos grandes caballos que recorren los puntos de mayor interés de la ciudad, uno de ellos es la plaza medieval del mercado, siendo una de las más grandes de Europa, ahí se encuentra la torre del reloj, la iglesia San Adalberto y la maravillosa iglesia gótica Santa María, construida durante los siglos XIV y XV donde se puede pasar mucho tiempo contemplando su famoso retablo, techos, vitrales y esculturas.

Bien vale la pena subir los numerosos escalones para llegar a lo alto de una de sus torres, ya que la vista de la ciudad es fabulosa y desde ahí mismo cada hora durante todo el día desde hace cientos de años, un hombre toca una fanfarria, celebrando la defensa de la ciudad de la invasión tártara. Otro sitio es la Universidad Jagiellonian fundada en 1364, actualmente es un museo que exhibe entre muchas obras, el primer globo terráqueo que incluyó a América y los instrumentos que usaba Nicolás Copérnico en sus investigaciones. Cracovia tiene tantas iglesias, que en ocasiones le llaman la segunda Roma; es un país que en términos generales es bastante religioso ya que crecieron con la imagen del polaco Carol Wojtyla, quien más tarde se convertiría en Juan Pablo II y que vivió muchos años en esta ciudad. Como parte de su legado canonizó a la monja de su misma nacionalidad: Faustina, en su nombre se construyó una gran iglesia moderna a las afueras de Cracovia a la que llegan miles de peregrinos anualmente.

El museo Czartoryski tiene dos obras muy importantes, "Dama con armiño" de Leonardo Da Vinci, siendo uno de los pocos retratos de mujeres que él pintó y "Paisaje con el buen Samaritano" de Rembrandt, ambos de excepcional belleza, además exhibe objetos polacos y de otros países. El Museo de Etnografía realmente merece una visita ya que hay una excelente muestra de trajes típicos y artesanías de gran calidad. Una de las calles peatonales más antiguas es Florianska, que va de la plaza principal a una de las puertas defensivas de la antigua fortaleza. Entre las muchas boutiques de la calle, aparecen pequeños puestos que venden los populares kebabs, (especie de taco árabe ya sea con carne de res o pollo). Cracovia fue una de las pocas ciudades que no fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, ya que fue ocupada por los nazis como centro de operaciones. Sin embargo vivieron épocas muy difíciles, a unos cuantos kilómetros de la ciudad se encuentra uno de los campos de concentración más grandes del mundo donde murieron millones de judíos. Hoy en día Auschwitz-Birkenau es un sitio turístico que también es patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que da una lección de humanismo muy impresionante al visitante.

Uno de los atractivos más importantes de la región de Malopolska y que definitivamente no hay que perderse, son las minas de sal Wieliczka que están a 15 kilómetros al sureste de Cracovia, donde crearon toda una ciudad con cientos de cavernas, puentes, capillas y distintas piezas de arte; tiene alrededor de 300 kilómetros de túneles escarbados en la profundidad, que alcanzan 327 metros bajo la tierra. La ruta turística consta de un recorrido de tres kilómetros y medio donde se pueden ver diferentes galerías con una enorme capilla, candelabros y otras esculturas labradas en la misma sal, así como recreaciones de su extracción y de cómo trabajaban en diversas épocas.

Dentro de esta misma mina hay un centro de rehabilitación para personas con asma, alergias y problemas respiratorios ya que a esas profundidades se crea un microclima que es sumamente saludable. La magia de la ciudad de Cracovia ha inspirado cientos de poemas, canciones, pinturas y donde han vivido personajes tan importantes como la premio Nóbel Wislawa Szymborska.

Eva Gleason
El Universal, México, 29.08.2007


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