Los Polacos y la Legión de Honor
Exposición en ocasión del bicentenario de la creación del Gran Ducado de Varsovia por Napoleón. Museo del Ejército, Hôtel National des Invalides. París
Esta exposición evoca a los polacos célebres, condecorados con la Legión de Honor en razón de sus méritos entre los cuales podemos distinguir sus servicios bajo la bandera del ejército napoleónico con la esperanza de recobrar su patria liberada, pero también a aquellos que, luego de que Polonia alcanzara su independencia, se destacaron en el ámbito de la ciencia, la cultura o la política. La exposición presenta las cruces y certificados de la orden de la Legión de Honor, pinturas, uniformes, armas y fotografías. Estos objetos provienen en gran parte de las colecciones públicas, pero también de coleccionistas privados, de descendientes de los legionarios o de personalidades condecoradas en el curso de los últimos años. Hay que remarcar que los polacos forman el segundo grupo, después de los franceses en haber sido honrados con esta distinción. En efecto, más de 4000 polacos han sido distinguidos desde el momento de su creación hasta nuestros días.
Los lazos estrechos ente Polonia y Francia se remontan al siglo XVI y constituyen una parte importante de la historia de ambos Estados. Después de la muerte sin herederos de Segismundo Augusto, último miembro de la dinastía de los Jagellon, Enrique de Valois, hijo del rey Enrique II y de Catalina de Medicis, fue elegido rey de Polonia. Él, sin embargo, reinará sólo un año debido a que la muerte prematura de su hermano Carlos IX lo llamará de regreso a Francia donde él asume el trono. Stanislas Leszczynski, rey de Polonia de 1704 a 1709 y de 1733 a 1736, es otro soberano cuya suerte estuvo muy ligada a Francia. Él le concedió a Luis XV la mano de su hija María y luego de haber renunciado al trono en 1736, recibió de manos de su yerno los ducados de Bar y de Lorena.

La toma del poder por parte de Napoleón abriría una nueva carta de la historia de Polonia que, luego de la pérdida de su independencia en 1795, encuentra justamente en Francia un aliado en la lucha por recobrar su soberanía. Hace dos cientos años, en 1807, después de una campaña victoriosa y de las largas negociaciones de Tilsit con el zar Alejandro I, napoleón creó el Gran Ducado de Varsovia. El Estado recientemente creado contaba con
2.600.000 habitantes, número que, luego de su ampliación resultado de la campaña de 1809 pasó a ser de 4.300.000. Napoleónn dotó al Gran Ducado de una constitución y lo puso bajo su protectorado. Los polacos, aunque decepcionados en un primer momento por las dimensiones limitadas del Gran Ducado de Varsovia y por su sumisión al Emperador, vieron con el tiempo en el acto de su creación no solamente una posibilidad de restablecer su país con sus antiguas fronteras, sino también la posibilidad de una reconstrucción fundamental y de una modernización de la sociedad basada en una nueva legislación. Es por esta visión que los soldados polacos combatieron al lado de Napoleón en casi toda Europa, no siendo quizás los más numerosos pero sí los aliados más fieles. El Emperador recompensó tal actitud con la Orden de la Legión de Honor. El primer polaco en hacer sido honrado con las insignias de gran oficial fue el general Henryk Dabrowski a quien el enviado de Napoleón, el mariscal Jourdan, le entregó la distinción en Milán el 15 de agosto de 1804. Junto a Dabrowski un amplio número de soldados y oficiales recibieron la Legión de Honor. El general Karol Kniaziewicz recibió la Cruz del Comendador. La distinción más alta de la Orden, que llevaba entonces el nombre de gran águila, fue otorgada al príncipe
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