Los polacos rinden homenaje a la figura y obra del Papa Wojtyla

Niñas polacas en el homenajeLos polacos recuerdan hoy con actos repartidos por todo el país la figura y obra del papa Juan Pablo II en el primer aniversario de su muerte. En el santuario de la Misericordia Divina de Lagiewniki, próximo a Cracovia, la ciudad en la que Karol Wojtyla trabajó como metropolitano durante muchos años, se celebró una solemne misa presidida por el nuncio apostólico, arzobispo Jozef Kowalczyk. En su homilía, el cardenal Stanislaw Dziwisz, secretario personal de Juan Pablo II en los 27 años que duró su pontificado, recordó que hace un año se despidió del mundo de los vivos una gran polaco. La ceremonia fue seguida por de miles de fieles, entre ellos el presidente polaco, Lech Kaczynski, y el primer ministro, Kazimierz Marcinkiewicz.

“Todos recordamos que en aquel momento el mundo se paralizó, pero al mismo tiempo se fundió animado por un extraordinario momento de unidad y de reconciliación en homenaje a los extraordinarios cambios que, con su pastoreo, transformó el mundo”, dijo el cardenal Dziwisz.El Papa polaco “no dejó bienes materiales como herencia, pero sí nos dejó su corazón paternal, un corazón siempre abierto a todos y siempre dispuesto a ayudarnos para que alcancemos la felicidad”, añadió el cardenal.

“Juan Pablo II demostró cuán actual sigue siendo el Evangelio y que con sus enseñanzas es más fácil vivir también en un mundo tan complejo como el nuestro”. El cardenal Dziwisz subrayó que el Papa Wojtyla siempre acentuó la gran importancia del sacrificio, “que es el corazón del Evangelio”.

Agregó que “precisamente por eso, porque hay que vivir de acuerdo con el Evangelio, aunque eso exija sacrificios, nos pedía que aprendiésemos a perdonar y a reconciliarnos, que, animados por el amor, aprendiésemos a ayudarnos mutuamente”. El cardenal Dziwisz recordó que Juan Pablo II durante su peregrinación a Polonia en 1992 advirtió a los polacos del peligro de una libertad que no construye, sino destruye. “Nos enseñó que hacia la libertad auténtica nos conduce solamente un camino, el camino que nos lleva a servir a otros con amor”, recalcó el cardenal Dziwisz.

En la ceremonia, Dziwisz entregó el Fuego de la Misericordia , encendido por Juan Pablo II en el Vaticano en diciembre del 2003, a representantes de los sacerdotes, de las familias católicas y de los enfermos. Otro lugar de Polonia en el que se siente hoy con nitidez el amor de los polacos por Juan Pablo II es Wadowice, la ciudad natal de Karol Wojtyla.

Desde el viernes llegan a ella peregrinos de toda Polonia que quieren visitar la casa en la que nació Juan Pablo II y que, desde el sábado, pertenece a la archidiócesis de Cracovia, ya que fue donada por su nuevo propietario, el empresario Ryszard Krauze. En la casa tiene su sede un museo consagrado a la infancia y juventud de Karol Wojtyla y, como se acordó con la familia judía de los Balamuth que era su anterior propietario, habrá también una sala dedicada al recuerdo del Holocausto. La nueva exposición montada en el Museo de Wadowice fue inaugurada hoy por el obispo Tadeusz Pieronek, rector de la Academia Papal de Cracovia.

Mientras tanto, Varsovia se prepara para asistir a la misa solemne de la céntrica Plaza de Jozef Pilsudski, donde el Papa pidió al Espíritu Santo que descendiese para transformar la faz de la tierra, “de la tierra polaca”. Ese momento se considera como el comienzo de los procesos que condujeron al surgimiento del sindicato Solidaridad en Polonia y, posteriormente a la caída del comunismo en Europa Central y del Este.

La jornada finalizará con un solemne concierto celebrado en las ciudades de Cracovia, Gandask y Varsovia con la participación, en la capital polaca, del tenor español Plácido Domingo.


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