Domingo de Ramos (Niedziela palmowa)
El Domingo de Ramos es una celebración que se lleva a cabo en todas las iglesias del país, en homenaje a la entrada triunfante de Jesús en Jerusalén. El elemento más importante de esta fiesta son los ramos, los que sin embargo, poco tienen que ver con aquellos con los que fue recibido Jesús en Tierra Santa. Dado que en Polonia no se pueden hallar palmeras subtropicales, los polacos usaron sus propias plantas. Desde hace siglos cubren astas con ramas de diversas plantas, algunas de las cuales son las comúnmente llamadas siemprevivas, sauces, flores naturales y de papel y todo lo que puedan usar para adornarlas.
Los “badzie” son los preferidos, se trata de unas inflorescencias blancas que da una variedad de sauce, son como unos pequeños capullos aterciopelados que podemos ver en el ramo que la señora lleva en las manos. En algunas regiones se hacen ramos que alcanzan varios metros. Se decoran con cintas de colores, con hierbas teñidas, flores secas o artificiales, hechas de papel de seda de colores. Este día tiene un carácter especial en dos regiones de Polonia: Kurpie, al norte de Varsovia y en las montañas de Podolia y Sadeczyna, al sur. En ambas regiones se realizan competencias por las palmas más altas.
Ramos de la región de Kurpie
Fotos del Museo Etnográfico de Varsovia
La ciudad de Lyse, en la región de Kurpie, es famosa por sus procesiones alrededor de la histórica capilla de madera y por la realización de palmas de varios metros de altura.

El Obispo bendice las palmas, Lyse 2005
Antes se creía que los ramos bendecidos durante la misa tomarían diferentes propiedades: evitarían las enfermedades, si se los enterraba protegerían a las plantas de los animales dañinos y puestos en las ventanas nos protegerían de las tormentas. Después de la misa la gente se daba unos golpecitos mutuamente con los ramos, deseándose salud, riqueza y una buena cosecha.
En el campo era habitual que se pusieran los ramos sobre alguno de los cuadros sagrados que había en la casa. Los ramos benditos eran renovados cada año. Los viejos eran quemados ya que no debían ser arrojados a la basura.
En las ciudades de Bibice y Zielonki, cerca de Cracovia, hace más de 300 años que realizan una procesión llamada “Pucheroki” (del latín: puer, niño). Los estudiantes salen a las calles y piden a los transeúntes que compartan con ellos algunos alimentos. Los jóvenes usan barbas y bonetes muy altos adornados con muchísimas cintas de colores, llevan ropas llamativas y canastas. Agradecen a sus donantes con poemas graciosos y satíricos. Pero si, por ejemplo, pasa un ama de casa con sus compras del día y no les pone ningún alimento en sus canastas puede ser que le canten:
“Jak mi nie docie jajek piec, to bede wasz ziec”
“Si no dejas cinco huevos en mi cesta, me convertiré en tu yerno”.
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