Lech Walesa dice que ya no encuadra en la política de Polonia
Gdansk, Polonia - El fundador del movimiento sindical Solidaridad Lech Walesa se atribuyó el martes el mérito de "haber encauzado bien" la transición de Polonia del comunismo al capitalismo democrático. Sin embargo, el ex electricista de astillero, cuyo carisma y valor contribuyó a la caída de un imperio, dijo en una entrevista exclusiva con Associated Press que no lo necesitan ya en su país: un cuarto de siglo después, pasa gran parte del tiempo dando conferencias en el extranjero, donde sigue siendo un héroe.
Walesa, cuyo único mandato presidencial concluyó con una caída en picado de su popularidad, habló precisamente cuando los dirigentes mundiales se disponen a ensalzarlo, junto con su movimiento Solidaridad, al cumplirse los 25 años de su fundación, con lo que vuelve a la palestra pública por primera vez en bastantes años.
Walesa dijo que consideró postularse nuevamente a la presidencia en los comicios de octubre, pero desistió al comprender que sólo lo apoyarían unos pocos miles de personas.
"Solía guiar a 10 millones de personas, así que ¿de qué me sirve guiar a 1.000?", dijo Walesa, de 61 años, a la AP en su oficina de Gdansk, a pocas cuadras de los astilleros donde comenzó su revolución. "Desde un punto de vista lógico, no hay espacio para mí aquí". Solidaridad atrajo a unos 10 millones de seguidores en Polonia - un tercio de la población adulta - en 1980 y 1981 antes que el líder comunista, el general Wojciech Jaruzelski, impusiera la ley marcial el 13 de diciembre de 1981. Pero a la postre se impuso el movimiento y llegó a una negociación en 1989 con los comunistas gobernantes, que gradualmente cedieron el poder. El colapso del comunismo en Polonia aceleró la disolución de la Unión Soviética en 1991.
"Adopté las decisiones adecuadas, encaminé todo por el rumbo adecuado, y las reformas transcurren por el sendero correcto", insistió Walesa.
No obstante, nadie está más al tanto que Walesa de su fracaso para colmar las aspiraciones nacionales durante la democracia."Hice todo lo que pude", indicó. "Me dediqué de lleno a la tarea pero no pude continuar. La democracia tiene sus propios derechos". Aunque comenzó su mandato como un héroe nacional, su popularidad se evaporó ante la creencia que intentaba gobernar el país en solitario. Alienó a sus antiguos asesores y no cumplió las promesas de bienestar social que había formulado en la campaña electoral. Además, el desempleo se disparó en la transición del comunismo al capitalismo.
Tras sólo un mandato, fue derrotado en 1995 por el ex comunista Aleksander Kwasniewski.
Monika Scislowska
Associated Press
30.05.2005
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