Unión Europea: los pro y los contra
La Unión Europea está por abrir su frontera a diez países más. Las islas de Chipre y Malta, los países bálticos Lituania, Estonia y Letonia y las naciones eslavas Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Polonia, y República Checa, pasarán a ser miembros a partir del 1 de mayo del 2004, según el Tratado de adhesión firmado este miércoles en Grecia. De esta forma, alrededor de 100 millones de personas tendrán nuevas oportunidades y también nuevos desafíos.
En el recorrido por algunos países europeos, Diana Zileri de la BBC recogió algunos testimonios polacos:
Anna Jeczmyk, es una joven polaca de 31 años que habla tres idiomas y trabaja como relacionista pública en Varsovia.
La integración de Polonia a la Unión Europea va ser algo muy bueno que nos va a suceder, estoy feliz por eso. Nos abrirá oportunidades, aunque de momento es difícil imaginarse las consecuencias de esta unión. Es difícil imaginarse porque este proceso es una cosa totalmente nueva para nosotros a sólo 10 años de la caída del comunismo. Espero que la integración con la Unión Europea sea aún mejor y que mejore la situación económica del país. Yo vivo en Varsovia, y la verdad la posibilidades de trabajo aquí son mejor que en el resto del país pero igual la situación es muy difícil.
Wlodzimierz Wrzosek es un agricultor y ganadero polaco compró hace un año una hacienda de 380 hectáreas en estado de ruina en las afueras de Varsovia.
Las condiciones que nos ofrecen no son las mejores para nosotros. En subsidios nos aseguran el 25% de lo que nuestros vecinos y colegas de Francia y Alemania reciben. Tenemos miedo que en algunos casos vamos a tener que vender a un precio más bajo que nuestros costos. En esta granja tenemos 100 vacas y con las cuales producimos medio millón de litros de leche. Tenemos el potencial de producir dos millones de litros de leche pero si planean restringir la producción, con cuotas, nos encontraremos en un lugar sin salida.
Este proceso de integración comenzó hace mucho tiempo. Se ha gastado mucho dinero para acercarnos a la Unión Europea y parar este proceso podría crear una crisis financiera en Polonia. Yo no digo que no deberíamos ser parte de la unión, pero creo que es un error que lo hagamos con las condiciones que nos ofrecen.Yo creo que no se nos esta tratando de la misma manera que al resto de los países miembros, sino más bien como miembros de segunda categoría. Yo creo que sería mucho mejor que se retrase unos años esta ampliación para poder alcanzar un acuerdo más sea justo. Personalmente estoy preocupado de que ésta puede ser una mala aventura
Krzysztof Gryz, profesor de teología moral en la Pontificia Academia de Teología en la ciudad de Cracovia, Polonia.
La integración de Polonia a la Unión Europea será fácil pero al mismo tiempo compleja. Fácil porque la iglesia en principio está a favor del acceso a la Unión Europea viendo en esto una finalidad de un proceso que comenzó cuando Polonia fue cristianizada al principio del Siglo X. Desde entonces se entró y vivió en esta familia de los países europeos hasta la mitad del siglo XX cuando surgió esta muralla entre Euorpa Occidental y Europa Oriental después de la II Guerra Mundial. Polonia se encontró en una situación nueva, en un ámbito de la civilización oriental. Un poquito ajeno a nuestra cultural de pensamiento y también de lo que vivió la iglesia. Este proceso de volver a esa familia de los países europeos surgió en el año 1989 con la caída del comunismo.
Las cosas cambian, en los países de Europa las cosas han cambiado desde el punto de vista de fe de la gente, de los valores cristianos que ahora no tienen tanta influencia en la vida social, personal y por eso hay cierto miedo. Ese miedo consiste en ver si podemos guardar nuestras tradiciones, valores morales, nuestras leyes, comportamientos tradicionales frente a algunas influencias de la organización Europea. La iglesia católica en Polonia le interesa persuadir a la gente, que la integración no necesariamente significa una renuncia de nuestras tradiciones y valores. Eso depende de nosotros. Un obispo de muy conocido en Polonia, Tadeusz Pieronek dice que no hay otra posibilidad: Unión Europea o Vladivostock, una ciudad lejana en el este en Rusia.
Miércoles, 16 de abril de 2003
BBC
BBC World Service
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