Francia preside la Unión Europea
Sarkozy entra en escena con la UE en otra crisis, tendrá que ser diplomático más que polémico.
La Torre Eiffel parisina se volvió azul poco después de la medianoche del lunes para celebrar la asunción de la Presidencia rotativa europea por parte de Francia, pero ayer martes por la mañana el estado de ánimo en París no podía ser más gris.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se encontró con un accidentado despegue de la presidencia , después de que el presidente polaco, Lech Kaczynski, anunciara que congela provisionalmente la ratificación del Tratado de Lisboa.
El rechazo irlandés al tratado en el reférendum del 12 de junio la ha convertido en un “sinsentido” y por eso no firmará, dijo ayer en el diario Dziennik.
Y no es el único problema: el lunes el presidente alemán, Horst Köhler, suspendió también la ratificación del Tratado de Lisboa después de que el Tribunal Constitucional le pidiera esperar.
Opositores alemanes al tratado acudieron a la corte demandando el cese de la ratificación, un proceso que podría alargarse hasta 2009.
Con la República Checa esperando también una decisión judicial antes de la ratificación, Sarkozy tendrá que pasar mucho de los próximos seis meses intentando salvar el tratado de reforma, como admitió ayer, cuando alegó que resolver la crisis se ha convertido en la principal prioridad de la presidencia francesa de la UE.
Sin embargo, Francia quiere también “resultados concretos” en otras cuestiones como la inmigración, la defensa europea, el medio ambiente o la energía, dijo Sarkozy. Esas eran las principales prioridades antes del “No” irlandés y del “No ahora” polaco.
La oficina de Sarkozy en el Palacio del Elíseo ya advirtió a Kaczynski que se está arriesgando a evitar que la Unión acepte nuevos miembros como Croacia o Ucrania, cuyas aspiraciones de ingreso apoyó Varsovia.
En una entrevista en la televisión francesa el lunes, Sarkozy había dicho que la UE no aceptaría nuevos miembros hasta que el Tratado de Lisboa estuviera ratificado.
El Tratado de Lisboa está diseñado para hacer a la Unión más eficiente, al eliminar la necesidad de unanimidad en un considerable número de decisiones.
También aumenta las competencias del Parlamento y crea el puesto de un presidente del Consejo Europeo que estará en el cargo durante 30 meses.
El Tratado ha de ser ratificado por los 27 estados miembros para entrar en vigor antes de las próximas parlamentarias europeas, en junio de 2009.
Pero el anuncio de Varsovia no fue la única mala noticia para Sarkozy ayer.
El portavoz del Comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, reaccionó con ira a las críticas de Sarkozy al comisario. “En momentos difíciles para las negociaciones mundiales la UE necesita mantener su unidad”.
02.07.2008
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