70º aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial
“No hay que olvidar, pero tampoco vivir odiando”

"Yo fui educado por mi abuelo, que estuvo preso en el campo de concentración de Auschwitz. Quizá me cueste un poco entender a los alemanes, pero mi abuelo me educó en una cultura de la paz y el respeto. Me explicó mil veces que no es justo confundir a los alemanes con los nazis. Creo que en la actualidad, en Polonia, la mayoría de los jóvenes no sentimos odio hacia los alemanes". Maciej Rembarz es un treintañero que trabaja en la Universidad de Varsovia. Casado y padre de un niño de dos años, cree que "70 años después de la invasión de Polonia por Alemania, tenemos que hacer un esfuerzo por superar el pasado. No hay que olvidar lo que ocurrió, pero tampoco hay que vivir odiando".

Este varsoviano con estudios universitarios y políglota defiende una idea compartida por muchos jóvenes de su generación. Mientras los sectores sociales más envejecidos y con menor nivel de educación viven anclados en el pasado y no ocultan su rechazo hacia los alemanes, los jóvenes viven el presente y se parecen cada vez más a sus homólogos europeos.

El sociólogo Marcin Frybes explica que "en términos globales, las nuevas generaciones han superado el trágico pasado de Polonia". "Aunque aún persisten recelos en ciertos sectores de la sociedad, la juventud vive en otra dimensión y está a favor de acabar con el desencuentro histórico entre Polonia y Alemania", señala.

"Una idiotez"
La joven Justyna Dziewota-Jablonska comparte la posición de Frybes. Reconoce que su novio es alemán y, "por lo tanto, no puedo odiar a mis vecinos del oeste". Concluye que "confundir a los alemanes de hoy con los nazis de la Segunda Guerra Mundial es una injusticia y una idiotez". A su lado, la cracoviana Urszula Cioklo, vicepresidenta de la organización estudiantil Polska Mlodyc,j, añade que "el odio nos envilece y el diálogo nos hace más libres".

Wojtek Figiel, sindicalista de 25 años, hijo de trabajadores y con estudios universitarios, cree que "la juventud está cambiando Polonia". "Todavía hay muchos prejuicios hacia Alemania, entre otras cuestiones por el peso de la derecha nacionalista y la falta de cultura democrática, pero afortunadamente, el peso de la historia ya no es tan fuerte como antes", añade.

Mariusz Borkowski, subdirector de la emisora pública Polskie Radio, subscribe que "la juventud polaca es más culta y abierta que la gente de mi generación".

P. Soto Colpisa. Varsovia
02.09.09



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